En estas últimas semanas han aumentado los casos de polio y su detección en aguas residuales, lo que ha preocupado a los médicos y autoridades por los bajos niveles de vacunación, pues el primer caso de polio en Estados Unidos desde el 2013, fue anunciado el 21 de julio de este año, en Nueva York, de un residente que no había sido vacunado.
La polio era una causa común de parálisis en los niños antes de que se inventaran las vacunas seguras y eficaces del siglo XX. Fue gracias a las campañas mundiales de vacunación, la poliomielitis está casi erradicada, solo se registran 13 casos de poliovirus salvaje endémico hasta la fecha en este 2022, en todo el mundo.
Actualmente, la poliomielitis endémica sólo se encuentra en Pakistán, con 12 casos de poliomielitis paralítica en lo que va de 2022, y en Afganistán, con un solo caso este año. En África hay dos casos, importados de ultramar, que se están conteniendo mediante campañas de vacunación adicionales.
Afganistán está muy cerca de erradicar la poliomielitis y la comunidad internacional debería seguir apoyando el programa de erradicación bajo el nuevo régimen talibán. Es en nuestro propio interés.
Se detectó el virus del polio en aguas residuales del norte y el este de Londres. Aunque la poliomielitis es un triunfo de la vacunación, pues el último caso conocido en Reino Unido fue en 1984, el país fue declarado libre de polio en 2003, este descubrimiento se ha tomado con seriedad y los expertos investigan la posibilidad de transmisión en la comunidad, por lo que piden a los ciudadanos contar con sus vacunas.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido afirmó que el riesgo para el público es muy bajo. Desde 2003, la Organización Mundial de la Salud recomienda realizar vigilancia de aguas residuales como parte de los esfuerzos para enfrentar la poliomielitis, pues sin estos métodos, el primer indicio de que la poliomielitis está circulando en una población podría ser la parálisis o la muerte de un niño.
