Una solución temporal
Una “dieta” por su propia naturaleza es algo temporal o transitorio. Es un método muy específico de alimentación que tiene la intención de inducir a la pérdida de peso y luego ser suspendida. Las dietas por lo general limitan tanto el tamaño de las porciones como los alimentos permitidos. Lo importante es aprender a comer ya que no hay una dieta mágica para toda la vida.
Disminuyen los niveles de energía
Es por esta razón que las dietas fallan tan a menudo. La restricción de calorías y el intentar hacer una puesta a punto masiva de los hábitos alimenticios conducen al fracaso. El consumir una cantidad baja de calorías agota rápidamente los niveles de energía y la fuerza de voluntad.
Siempre tiene hambre
El hambre constante nubla la concentración y los placeres simples de la vida. Es sólo cuestión de tiempo antes de que una persona a dieta no soporte más esta escasez y se exceda. Ahí tendremos una dieta inútil más para agregar a la pila de errores.
Selección limitada de alimentos
La restricción de determinados tipos de alimentos también puede ser difícil de soportar, especialmente cuando de repente no se pueden consumir grupos enteros de alimentos. Cuando una persona a dieta sólo puede elegir ciertos alimentos, se cansa rápidamente de los alimentos permitidos y anhela los que no puede consumir.
El metabolismo se enlentece
La reducción drástica de calorías puede disminuir o enlentecer el metabolismo corporal. La dieta frecuentemente desencadena una respuesta de hambre en el cuerpo. Con pocas calorías ingresando, el cuerpo se prepara para el modo de hambre.
El metabolismo se enlentece, y las calorías ingeridas son almacenadas bajo la forma de grasas como protección para los tiempos de vacas flacas. El estar a dieta una y otra vez puede producir el enlentecimiento permanente del metabolismo.
Tan pronto como una persona a dieta deja la dieta, rápidamente recupera todo el peso perdido y a veces incluso engorda más.
Líder/Redacción
