El virus respiratorio sincicial (VSR), o conocido también como virus respiratorio sincitial, es una enfermedad común viral, ataca principalmente a los pulmones y vías respiratorias, por lo que puede ser contraída por cualquier persona, aunque afecta más a bebés y niños.
Dicha enfermedad es la principal causa de hospitalizaciones y muertes por infecciones agudas respiratorias bajas en menores de cinco años, pero el sector más afectado es el de los bebés prematuros. Se estima que al año de edad, alrededor del 50 por ciento de los pequeños ya han contraído el VSR, mientras que a los dos años, casi todos son infectados. Esto dicho por Sarbelio Moreno, infectologo pediatra y director de Enseñanza y Desarrollo Académico del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”.
Aseguró que en sectores con riesgo como los recién nacidos prematuros, niños con cardiopatías congénitas y displasia pulmonar, entre otras, el virus podría ocasionar otras infecciones graves, siendo desde la bronquiolitis hasta la neumonía con falla respiratoria.
La forma de contraer este virus es mediante diminutas gotas que transporta el aire y en base a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el virus puede transmitirse por tres vías: El aire al toser y estornudar; Contacto directo como besar la cara de un paciente enfermo y Tocar un objeto o superficie con el virus no lavarse las manos.
Como dato importante, las personas positivas con esta enfermedad, son más contagiosas entre los tres y ocho días, pero la enfermedad puede persistir desde una a cuatro semanas. En los bebés y personas con sistema inmunitario débil, pueden continuar propagando el virus durante las cuatro semanas después de haber sido contraído el virus.
Los síntomas de este virus son: Congestión nasal; Poco apetito, Tos, Estornudos, Fiebre, Sibilancias, Bronquitis y Neumonía.
Por lo regular aparecen por etapas y no al mismo tiempo, en los bebés muy pequeños, pueden ser: irritabilidad, disminución de la actividad y dificultad para respirar.
El virus afecta a todos por igual, aunque es más común en niños pequeños, sin embargo, no son los únicos en correr mayores riesgos, también los adultos mayores de 65 años, las personas con afecciones crónicas y quienes tengan sistema inmunitario debilitado.
Debido a que no hay medicamentos ni vacunas para enfrentar a este virus, se puede reducir la infección con las siguientes medidas: Lavar las manos con agua y jabón; Usar gel antibacterial, Evitar tocar la cara, nariz, ojos y boca con las manos sin lavar, Evitar contacto directo como saludos de mano o beso, incluso compartir utensilios, Limpiar y desinfectar las superficies con frecuencia y cubrir nariz y boca al estornudar y toser.
