En Kerala, India, un pequeño elefante quedó atrapado al caer a una fosa, donde tuvo que pasar la noche debido a que el resto de su manada no pudo rescatarlo.
Al día siguiente, los residentes de las áreas cercanas al bosque notaron que algo no andaba bien debido al insistente ruido que hacían los elefantes.
Al percatarse de la situación, un grupo de agentes forestales comenzaron el rescate ante la mirada de la manada y de los residentes de los pueblos cercanos al bosque.
Los hombres tuvieron que cavar una zanja, abriendo camino, para que el elefantito pudiera liberarse, después de un arduo trabajo, la cría pudo salir del agujero.
La manada recibió a la cría con muestras de alegría y afecto; acto seguido, uno de ellos se giró hacia los rescatadores y levantó su trompa varias veces, como gesto de agradecimiento por su solidaridad.
En tanto los espectadores aplaudían emocionados al ver la reacción de los paquidermos.
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