Esta es la historia de una joven de Paraguay que, para poder titularse de abogada, tuvo que ponerse de acuerdo con su papá, de oficio albañil, para que no contratara a un ayudante puesto que ella lo ayudaría, de esta forma ella podría alcanzar pagar sus estudios.
Fue mediante su cuenta de Facebook, que Magali Giménez Bogarin compartió que hace seis años parecía inalcanzable el poder titularse, incluso hubo mucha gente que llegó a decirle que no lo iba a lograr.
“A pesar de eso y como muchos jóvenes, decidí no rendirme y ser perseverante”, cuenta.
Añade que todavía recuerda el día en que debía pagar la primera cuota de su matrícula y no sabia cómo lo iba a hacer. Por ello se puso de acuerdo con su papá quien es albañil, de que ella le ayudaría y así podría solventar sus gastos de la escuela.
Señala que entre ella y sus hermanitos trabajaron arduamente durante varios meses para poder pagar la matrícula.
“Hoy solo tengo gratitud con mi familia y con todas esas personas que se convirtieron en ángeles en mi vida para que hoy pueda ser oficialmente una abogada”, dice.
El mensaje que le dio a todos es: “no te rindas y el que persevera alcanza”.
“¡Juro ante Dios y la Patria! Abogada Matriculada por la Corte Suprema de Justicia. ¡Lo logré!”, concluye su publicación.
