Hoy es el día de San Antonio Abad, protector de los animales.

Cada 17 de enero se celebra el Día Mundial de Bendecir a los Animales, dedicado a la bendición y protección de los animales.

Cientos de feligreses acuden a misa en el día de San Antonio Abad acompañados de sus mascotas, buscando recibir la bendición en una tradición que celebra la conexión especial entre los animales y la fe.

San Antonio o Antón Abad, también conocido como el ermitaño nació en el 251 d. C. en Heracleópolis Magna (Egipto). Hijo de acaudalados campesinos, pierde a sus padres cuando tiene 20 años y decide desprenderse de todo lo que tiene y retirarse del mundo.

Su pasión por la naturaleza le llevó a renunciar a todos sus bienes y convertirse en un monje dedicado al retiro en soledad. A su retiro San Antonio Abad fue acompañado de diversos animales, sobre los cuales se cuentan numerosos milagros atribuidos al santo.

En medio de la vida austera que llevó, descubrió la sabiduría y el amor divino a través de observar a la naturaleza, lo que lo llevo a adquirir la costumbre de bendecir a los animales y a las plantas.

Desde el siglo IX, en el Vaticano, se celebra una bendición de los animales el día de su fiesta. Tras la muerte de San Antonio Abad el 17 de enero del año 356, se le atribuyen numerosos milagros atribuidos al santo.

Una de las leyendas de San Antonio hace mención tras la muerte de Pablo el Ermitaño, Antonio era el único que estaba en el lugar y podía darle sepultura y al no tener ayuda en medio del desierto, aparecieron dos leones acompañados de otros animales que ayudaron al monje cristiano a cavar el hoyo donde colocaría los restos de San Pablo.

La segunda historia tiene que ver con una jabalí que encontró cerca de su ermita, cuyas crías nacieron todas ciegas; y que San Antonio Abad curó cuando se apiadó de ella. Se cuenta que el animal lo seguía a todas partes como el más fiel guardián y jamás se apartó de su lado, es por ello que las imágenes que datan de San Antonio siempre se le ve acompañado de un cerdo, así como un perro y un gallo.

Por ello, cada 17 de enero, fecha de la muerte de San Antonio Abad, los devotos católicos acuden a la iglesia para bendecir a sus mascotas, pedir por su salud y agradecer su compañía. Además de recordar el equilibrio que debe existir entre el hombre, la naturaleza y los animales, como manifestó la Madre Teresa de Calcuta, quien también era cuidadora de los animales.

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