Si algo no puede faltar en una casa, son los niños, aquellos tremendos que a cualquier adulto le arrebata una sonrisa, a veces sólo basta verlos para abrazarlos, y aunado a ellos los juguetes, piezas únicas que acompañan por momentos inolvidables la infancia de cualquier persona y que con las épocas van cambiando cada día más, pero como olvidar los típicos y tradicionales juguetes mexicanos, algunos de ellos provenientes de otros países, pero adoptados y amados por México, que además de dar identidad, son hermosos por su naturaleza, todos hechos en su mayoría de madera y tallados a mano de manera artesanal.
Los juguetes son expresiones muy representativas de los pueblos de México y en ellos podemos observar su ingenio, humor y colorido, además de que no son únicamente para niños, al contrario son oportunidades en la vida para convivir, como la lotería, juego en donde toda la familia se divierte, participa y aprende, además de explotar la adrenalina, ya que consiste en ir llenando los espacios marcados con alguna piedrita, un frijol o una moneda, y muchas veces apostando dinero, donde el que gana, se va como millonario. ¡Qué recuerdos!
El balero, muñecas de trapo, la pirinola, las dichosas matracas, el trompo, las pistolas, el charpe y rifles de madera, las canicas que eran las principales anfitrionas de tardes de entretenimiento, el yo yo, y como olvidar las hermosas casas de muñecas, que para muchos eran alcanzables y para otros sueños que nunca tuvieron por las necesidades económicas de cada hogar, pero que han marcaron una etapa entrañable de su vida y su corazón.
Fue en el periodo de 1900 y 1970 cuando la industria juguetera nacional tuvo mayor florecimiento. En México existen varios museos dedicados a preservar y difundir los juguetes tradicionales, como es el caso del Museo del Juguete Popular Mexicano ubicado en San Miguel de Allende en Guanajuato, el cual cuenta con una colección de más de mil piezas, otro museo que cuenta con una colección de 328 piezas es el Museo de Culturas Populares del Estado de México en la ciudad de Toluca.
Líder/Liliana González.
