Lupita Vargas una mujer con gran vocación.

Lupita Vargas, nació un 10 de Diciembre de 1987 en la sierra norte del estado de  Puebla. Sus padres Ardelio Vargas Fosado y Laura Hortensia Vargas Hernández, formaron una familia integrada por 4 hijas que vivieron sus primeros años de vida en el actual Pueblo Mágico. En los principios de la década de los noventas, por oportunidades laborales la familia Vargas Vargas emigró a dos puntos del país, los estados de Oaxaca y Chiapas, donde pasaron largas temporadas gracias a la responsabilidad en temas de seguridad nacional encomendados al jefe de la familia.

La infancia de Lupita, transcurrió con gran normalidad; destacó por su gran intelecto en el ámbito escolar y la recuerdan con mucho cariño y respeto hacia los demás, no podía ser distinto; eran los valores fomentados en casa. Las tardes de juego con sus hermanas y amigos eran el pan de cada día, algunos fines de semana y vacaciones eran de ley en el rancho de su abuelito Don Ardelio Vargas Gutiérrez, conviviendo con la naturaleza lo mismo ordeñando vacas que echando un chapuzón en el arroyo, conociendo de las actividades del campo y aprendiendo las ricas recetas culinarias características de su abuelita Doña Luz Fosado a quien recuerda con cariño.

Al ingresar Lupita al nivel medio superior, Ardelio Vargas y familia se trasladan a la ciudad de México por un nuevo y relevante cargo laboral. La incorporación a las filas de la Policía Federal como Jefe del Estado Mayor, los lleva a estacionarse de manera permanente durante otra época en la capital del país. Con perfil en el área de sociales, apoyada por sus padres Lupita decide estudiar la carrera de Ciencia Política en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Su gran interés por la forma de hacer política en su país la llevó a sobresalir en el desarrollo de sus estudios, su gran interés en la política la impulsó a participar en distintos congresos y seminarios.

En el año 2009, la familia Vargas Vargas sufre un duro golpe, la figura materna era diagnosticada con una de las enfermedades más desgastantes en todos los sentidos: el cáncer. Sin embargo, esta vez no fue la excepción, acostumbradas a dar la lucha ante cualquier adversidad Lupita, sus hermanas y su papá emprenden solidariamente el combate de la mano de su mamá para vencer a este mal. No obstante, tras varios meses sin bajar la guardia la invasión continuó, dejando esté mundo “La Doña” a finales de febrero del 2010. Sin duda aseguran, se fue tranquila; sabiendo que había dejado en sus hijas a grandes seres humanos que siempre llevarían su recuerdo en todo lo que emprendieran. Y así fue, a los pocos meses de este lamentable suceso, las hermanas Vargas fundaron en Xicotepec una asociación civil llamada “Tik Nime” vocablo náhuatl que significa “Somos Hermanas”, cuya principal misión fue acompañar a las mujeres serranas diagnosticadas con cáncer en el tratamiento médico, conscientes que en su situación podían compartir muchas experiencias, alternativas e incluso el manejo de las emociones para con las pacientes de parte de las familias.

Su vocación de servicio y luchadora social, la llevan más adelante en el año 2011 a encabezar el Voluntariado de la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Puebla cuyo titular de la dependencia era su papá. En este encargo, resalta la puesta en marcha de distintos programas para dignificar las condiciones de vida de las y los policías, el reconocimiento a su trabajo y la certidumbre de acceso a la salud y educación para sus familias a través de la firma de distintos convenios. También las campañas sociales para recolección y entrega de cobertores y juguetes a grupos vulnerables del interior del estado.

En el año 2012, las condiciones políticas del país en temas de equidad de género y edad la llevan a convertirse en candidata a la Diputación Federal bajo las siglas del Partido Revolucionario Institucional obteniendo la votación histórica más alta del distrito 01 con cabecera en Huauchinango. Una vez instalada en el Palacio Legislativo de San Lázaro y con 24 años de edad, trasciende por notables logros de gestión en temas de salud, educación, apoyo al campo entre otros; paralelo al trabajo legislativo que realizó al interior de las comisiones de juventud, turismo y puntos constitucionales, entre otras dentro de la trascendental LXII Legislatura.

Hasta el año pasado, Lupita ocupó importantes cargos dentro de la Secretaría de Desarrollo Social a nivel federal en el área de desarrollo comunitario sin dejar de lado de su activa labor partidista al frente del Movimiento Territorial del estado de Puebla, responsabilidad que entregó en el pasado mes de agosto de este año.

En la actualidad, la joven serrana se encuentra de tiempo completo en el pueblo mágico al que ella reconoce como su casa; Xicotepec, construyendo un proyecto político cercano a la gente, haciendo equipo con mujeres y hombres de trabajo que coinciden en aportar su granito de arena para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de este municipio.

Líder/Redacción

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