La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) informó que el uso de envases de plástico como los de yogurt, helado, etc., para guardar comida pueden causar daños a la salud, puesto que no están diseñados para más de un uso y no es recomendable tratar de alargar su vida útil. Además, los químicos del plástico se podrían propagar a los alimentos y generar cáncer.
Con el tiempo liberan sustancias químicas y permiten la entrada de bacterias a la comida, como la salmonella, campylobacter o E.coli. Entre los problemas que se pueden tener por almacenar comestibles en estos empaques, está la anemia, dolor muscular, diarrea, problemas del corazón y padecimientos más graves en casos que se compliquen.
Además, indicó que la llamada “contaminación cruzada” es un riesgo latente en especial cuando guardamos carne, pescado crudo o alimentos con grasa en estos envases, por lo que recomienda cambiarlos por recipientes de vidrio o tuppers con tapa diseñados especialmente para guardar comida, evitando siempre los que tengan bifesnol A o BPA.
