Personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente clausuró un inmueble en el municipio de Chignahuapan, que servía de aserradero, puesto que este lugar carecía del sustento legal para poder realizar sus funciones.
El organismo perteneciente a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), descubrió este lugar el pasado 6 de mayo y mediante sus redes sociales, y canales digitales indicó que un equipo acudió a clausurar las operaciones de un lugar que operaba como aserradero, pero que no pudo acreditar el permiso para desarrollar dichas actividades.
El inmueble estaba cubierto por una lámina metálica, que servía de techo y era sostenida por algunas estructuras de cemento; además había una abundante cantidad de madera y aserrín esparcida por todo el lugar, y no contaba con paredes.
La autoridad aseguró, además de la madera que había, una serie de objetos utilizados como maquinaria, destacando una sierra estática que funcionaba con un motor eléctrico.
Esto formó parte de una inspección por parte de la Profepa, en materia de vigilancia forestal en esta zona. No se informó sobre las cantidades de producto maderero que fue incautado, mucho menos si se formularon las denuncias correspondientes.
