Brianna Rawlings, es una joven que tuvo que tomar una difícil decisión, ya que a tan solo 17 semanas de estar embarazada le diagnosticaron leucemia, por lo que tuvo que decidir entre dar a luz a su bebé o escoger su tratamiento para el cáncer. Finalmente ella eligió renunciar al tratamiento y quedarse con su bebé.
Durante su embarazo, contrajo una infección en la sangre muy agresiva, la cual era leucemia de células NK, por lo que médicos tuvieron que realizarle una cesárea para así evitar que dicha infección la contrajera el bebé.
Esta difícil decisión dio frutos en el momento que Brianna pudo sostener a Kyden, así fue como llamó a su hijo, mismo que después de haber vivido doce días en los que fue llenado de mucho amor, lamentablemente falleció.
“Esos 12 días pude pasar con mi bebé Kyden, abrazándolo, contando los dedos de sus pies y manos y hablándole como lo haría cuando estaba boca abajo. Fueron tan especiales, ¡fueron los mejores 12 días de mi vida!”, dijo la joven.
Arriesgo todo por llevar su embarazo al final y poder ser madre, aunque este privilegio le duró poco. Además del dolor que tenía por la pérdida de su hijo, Brianna tenía dolor físico extremo, pero siguió luchando porque se lo había prometido a su hijo. Y aunque tuvo cierto progreso y parecía mejorar, lamentablemente falleció a los pocos días de haber fallecido su hijo y solo dos días después de haber cumplido 19 años.
“Estaba muy feliz y emocionada de ser madre, todo lo que siempre quise tener es una familia. También tenía miedo de lo que el mundo tenía reservado para mí. Ha sido muy duro, largo, agotador y doloroso. Aunque Kyden ya no está con nosotros, me dio la fuerza para seguir adelante y vencer esto. Quiero vencer esta horrible enfermedad”, advirtió con entusiasmo.
