Este caso sucedió en Piedras Negras, Coahuila, la mujer de 20 años de edad que se identificó como Dulce Ramírez y llamó al 911 diciendo que sus tres hijos se encontraban en riesgo, sin más detalles.
Cuando un grupo de policías llegó a su domicilio, la mujer explicó que hizo la llamada porque no tenía nada para darles de comer a sus hijos y les pidió que se los llevaran con ellos porque no quería verlos sufrir.
Dulce contó a los oficiales que su pareja la había abandonó cuando comenzó la pandemia, ella se quedó con los niños y sin trabajo, aunque mencionó si el hombre era el padre de los menores.
La mujer tenía a sus hijos Keiner, de cinco años, Leonel, de tres, y Isaí, de apenas dos años de edad. Los oficiales mantuvieron la calma y actuaron de la mejor forma.
Los policías tranquilizaron a la mujer y le pidieron que no tomara una decisión apresurada de esa magnitud a pesar de lo complejo que es estar en la situación de ella y su familia. Los oficiales le dijeron que podría encontrar ayuda a través de algún programa social.
Afortunadamente, la Procuraduría de las Niñas, Niños y la Familia (PRONNIF), un organismo público del gobierno de Coahuila, que brinda asistencia en casos de niños y niñas en riesgo, ya tomó conocimiento sobre el caso de esta familia.