URIEL YA DESCANSA EN SU TIERRA, EN XICOTEPEC. FUE SEPULTADO HACE UNOS MOMENTOS

Xicotepec. Esta mañana, puntual, salió un cortejo fúnebre muy diferente, muy doloroso. Porque el ataúd contenía el cuerpo de un muchacho de tan solo 15 años de edad, sano, trabajador, que había tomado la decisión de irse a trabajar a San Juan del Río, en Querétaro, ante la falta de oportunidades en su tierra Xicotepec. La familia abatida, llevando su retrato y los accesorios acostumbrados en la pompa fúnebre, lo llevaron a que descanse. Con mariachi, al son de la vida no vale nada “esa le gustaba a Uri” dijo uno de sus vecinos, al avanzar hacia el panteón de la localidad.

La muerte de Uriel fue tan inesperada como una tormenta para su padre y su madre. Anoche, se congregaron decenas de amigos, incluso trascendió que Uriel había decidido cambiar su vida a fondo, ya que tenía poco de haberse convertido al cristianismo. Con alabanzas, los hermanos trataban de reconfortar el corazón destrozado de sus padres y parientes cercanos.

Los amigos de la infancia también arribaron para dar el pésame. No podían creerlo: “¡No es posible, yo apenas había tenido comunicación con Uri, no es justo!” sollozaba una de sus amigas que junto con algunos amigos de la cuadra y con los ojos inyectados de impotencia, lo recordaban en sus buenos momentos.

“¡El flaco era lo máximo, ayudaba a sus padres a los quehaceres, bien chambeador, y era muy fuerte, resistía lo que otros no hacen a su edad!”: comentarios entre cántico y cántico, trascendieron mientras platicábamos con el padre de Uriel, quien simplemente agradeció el apoyo brindado para poder traer el cuerpo de su querido hijo, más de 20 mil pesos, por eso necesitaban ahora para el entierro; el milagro volvió a gestarse, ya que los donativos siguieron llegando vía tarjeta de Bancoppel.

El accidente donde falleció Uriel deja inmerso en un mar de tristeza a propios y extraños; los trozos de piña que quedaron esparcidos en la cinta asfáltica, refieren anecdóticamente, los corazones destrozados de quienes se enteraron sobre la tragedia, lamentable, pero ni ambulancias, ni patrulla aérea (helicóptero), nada alcanzó para poder salvarle la vida. Justica, pide uno de los asistentes al cortejo hacia el panteón, justicia, que pague el del tráiler. Las autoridades en San Juan del Río Querétaro, no han enviado la ficha informativa en cuanto al deslinde de responsabilidades. El hermano de Uriel, muy probablemente no regresará a laborar allá, porque ahora ese lugar es obscuro, es de muerte, es de dolor para él. Descanse en paz Uriel Ríos Castillo.

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