VOLADORES «HERMANOS ÁGUILA» ORGULLO DE LA SIERRA NORTE DE PUEBLA

Muchas veces el hombre ha soñado con volar, sí, volar aunque sea un minuto y dejarse llevar por el viento. De las múltiples tradiciones que México posee, una de las más emblemáticas e impresionantes es sin duda la danza de los voladores de Papantla, debido al despliegue de valor que implica realizar este ritual, ha provocado muchas veces el asombro de todos quienes lo presenciamos, pero muy pocas veces ha sido verdaderamente comprendido y valorado como el legado cultural que es en realidad.

Con un semblante firme y seguro, usando sus manos ásperas para poder colocar una soga alrededor del palo volador y subir más de 30 metros de altura, los voladores «Hermanos Águila» enfrentan al peligro con la firme convicción de mantener viva la tradición y el legado de nuestros ancestros. Es el principio de la diversión que obtienen los asistentes a las diferentes festividades en la Sierra Norte de Puebla, lamentablemente su vestimenta deteriorada y su calzado en malas condiciones, no son apropiados para el ritual que realizan, pues entregan todo para preservar sus raíces, a pesar del poco incentivo económico que les brindamos, ellos cumplen y se entregan en cada ocasión en la que vuelan.

El Ritual

Como es bien sabido, la Danza del Volador es una danza ritual pre-hispánico que es ejecutado por cuatro danzantes que representan los cuatro puntos cardinales, más el caporal que representa el eje de comunicación entre el cielo y la tierra. La fertilidad es representada mediante el descenso de los danzantes, que simbolizan la caída de la lluvia.

En este ritual, Bulmaro Maldonado y su familia son lo efectúan para entregárselo a los dioses esta es una manera de agradecerles por todo lo bueno que les ha llegado durante todo un año. Un pequeño tambor y una flauta de carrizo son los que alertan a los asistentes para brindar un espectáculo en el que arriesgan la vida y de cabeza bajan hasta llegar al suelo.

Lo Lamentable

Este ritual ha trascendido en diferentes partes del mundo, por esta razón es contrastante, que en nuestro país los voladores tengan que llegar a las diferentes ferias con sus propios gastos, en ocasiones enfermos pero con el único objetivo de entregar su ritual a los dioses, de salvaguardar su tradición y de honrar a su legado.

La lamentable situación y dificultades por las que pasan los voladores es producto de la falta de sensibilidad y aprecio de nuestra sociedad a nuestras tradiciones y a aquellos que las mantienen vivas. Hoy en día hay voladores de más de 65 años y menores de edad que suben con sus padres para aprender a volar, superando el miedo y el riesgo que su labor conlleva, pues saben que sin ellos esta tradición no sobreviviría, el amor a sus tradiciones y a sus raíces es más fuerte que el temor, sin embargo no todo depende del valor y habilidad que poseen estos hombres pájaro, también hay aspectos más monetarios, como por ejemplo el hecho de que sus lazos deben de ser cambiados constantemente, pues de esto depende su vida, para ellos esto representa un gasto constante, el cual es difícil de llevar tomando en cuenta la falta de apoyo económico que viven.

La evolución de los Voladores ha ido creciendo, brindar ese tipo de espectáculos cada vez resulta más costoso, sus trajes y botines ya gastados dan fe de su trabajo y sacrificio, así que cada vez que observes a los voladores en su ritual, no dudes en apoyar en la medida de tus posibilidades a que estos valientes hombres y mujeres sigan rescatando este Patrimonio Cultural de la Humanidad, valoremos su labor, no permitamos que estos albaceas de nuestra cultura pasen por tales dificultades, seamos más que espectadores y apoyémoslos.

Líder Multimedios.

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