En una tarde que quedará marcada por el coraje y la tragedia, Jairo Azael García, conocido cariñosamente como el «barbero loco», se convirtió en un verdadero héroe al arriesgar su propia vida para salvar a un menor en peligro en el río Claro de Tamazunchale.
La valentía de Jairo fue puesta a prueba cuando presenció la angustiante situación de un niño que luchaba por mantenerse a flote en las turbulentas aguas del río. Sin dudarlo, y con total desprecio por su propia seguridad, se lanzó al agua y logró rescatar al pequeño de una muerte segura.
Sin embargo, la tragedia golpeó cuando Jairo cayó en una poza profunda mientras intentaba regresar a la orilla. A pesar de los esfuerzos desesperados de los servicios de Emergencia de Protección Civil Municipal, su vida se desvaneció en las frías aguas del río.
Jairo, un joven de tan solo 28 años, era más que un héroe local; también era una promesa en el deporte de Muay Thai & Kick Boxing. Su determinación y su espíritu combativo lo llevaron a destacarse en este campo, pero su mayor hazaña fue su acto heroico en las aguas del río Claro.
Además de su destreza deportiva, Jairo era un hombre de fe, miembro activo de la religión evangélica y hijo de la Pastora Pily del templo Maranatha en la Colonia Los Naranjos de Tamazunchale
