En los últimos días se ha registrado un aumento de casos del Virus Sincicial (VSR), algo de lo que debemos protegernos, más ahora que empieza la temporada de frío y los cambios de temperatura llegan a provocar resfriados o gripes en las personas.
De acuerdo con el portal web “Medline Plus”, este virus es una enfermedad respiratoria con síntomas similares al resfriado y todos estamos propensos a contraerlo, pero los más vulnerables son los bebés, niños y adultos de la tercera edad o personas con un sistema inmunológico debilitado. No representa un peligro como tal, pero puede ocasionar infecciones en los pulmones y aparato respiratorio. También suele verse con mayor intensidad en otoño e invierno.
“En los adultos y en los niños mayores y sanos, los síntomas del VRS son leves y generalmente se parecen al resfriado común. Generalmente, solo necesitas medidas de cuidado personal para aliviar las molestias”, explican en el portal de salud Mayo Clinic.
Como ya se había comentado en el segundo párrafo, los síntomas son muy similares a los de la gripe común, ya que los afectados suelen presentar nariz congestionada o escurrimiento nasal, tos seca, fiebres muy leves, dolor en la garganta, estornudos y dolor de cabeza. En las personas sanas, este virus desaparece en máximo dos semanas.
En el peor de los casos, el VSR puede extenderse al sistema respiratorio causando neumonía o bronquitis. Otros síntomas son dificultad para respirar, tos intensa, cansancio inusual. Estos síntomas son en casos graves y los más vulnerables son quienes tienen problemas cardiacos o pulmonares.
Se contrae a través de los ojos, nariz o boca y es fácilmente transmisible por el aire en gotitas respiratorias infectadas, explica la clinica de Mayo, por lo que sugieren usar cubrebocas, gel antibacterial y lavarse las manos constantemente.
No hay vacuna o tratamiento especifico para esta enfermedad, por lo que es importante reforzar el sistema inmunológico, como consumir vitamina C y comer saludable, así como hacer ejercicio con regularidad, no fumar, no compartir vasos ni cubiertos con otras personas, son algunas medidas para ayudar a frenar la propagación de la infección.
